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Coroner Arrasa en su Primera Visita a Costa Rica
El pasado martes 25 de marzo, nuevamente el Pepper Club fue el epicentro para los fanáticos del Thrash en Costa Rica, para presenciar una noche de poder y clásicos con un cartel de lujo. La jornada arrancó media hora más tarde de lo pactado, pero esto con un buen motivo, la productora LPG no quería que nadie se perdiera del evento, esto por las personas que trabajan y apenas venian saliendo de sus trabajos.
Con los nacionales de Chemicide dio inicio el evento, quienes una vez más demostraron por qué son una de las bandas más sólidas de la escena local. Su thrash metal afilado sirvió como una apertura explosiva para lo que vendría después. Con una ejecución precisa y un sonido brutal, lograron encender los ánimos del público desde el primer minuto, con una descarga de riffs agresivos y una actitud implacable en el escenario, y un público que los apoyo desde el inicio.

12 años de espera llegaron a su fin
La noche continuó con el regreso de Tim «Ripper» Owens, quien no pisaba suelo costarricense desde el recordado Festival Siembra y Lucha en diciembre de 2013 . Owens ofreció un setlist cargado de éxitos, repasando su paso por bandas icónicas como Iced Earth, KK’s Priest, Beyond Fear, Judas Priest e incluso un tributo a Iron Maiden para recordar al primer vocalista Paul DiAnno. Su poderosa voz y presencia escénica encendieron al público en todo momento, dejando claro que sigue siendo un referente en la escena del heavy metal. Cada canción fue recibida con euforia y coreada por los asistentes, quienes no dejaron de cantar y ovacionar al legendario vocalista, destacando su increíble capacidad vocal intacta con el paso de los años, Además, no se puede dejar de mencionar a la banda de músicos nacionales que lo acompañó, quienes sorprendieron a todos los asistentes con su increíble talento y energía en cada una de sus canciones.

El plato fuerte de la noche
Llegó el momento más esperado de la noche, la presentación de los suizos Coroner, en su primera visita a Costa Rica. La banda, conocida por su mezcla de thrash técnico y pizcas de progresivo, no defraudó y brindó un show impecable, con un sonido potente y claro que resaltó la precisión de sus ejecuciones. Desde los primeros acordes, los cientos de fanáticos quedaron hipnotizadados por la maestría de cada miembro, especialmente la destreza en la guitarra de Tommy Vetterli, cuyas complejas estructuras y solos envolvieron el Pepper Club en una atmósfera electrizante. Canciones como «Masked Jackal», «Semtex Revolution» y «Reborn Through Hate» fueron algunos de los momentos más intensos del concierto, y con el público completamente entregado desde el inicio.

Aunque el club no estuvo completamente lleno, la respuesta del público fue entusiasta, coreando y disfrutando cada tema de la legendaria agrupación. La energía en el lugar era brutal, con headbanging en todo momento y una conexión genuina entre la banda y la audiencia. No faltaron los gritos de emoción y el clásico mosh que nunca puede faltar en varios momentos del show, lo que añadió un toque de adrenalina a la noche.
El sonido en general fue un punto a destacar, no solo con la banda principal, si no desde el momento que abrieron los nacionales de Chemicide, con una calidad que permitió apreciar cada instrumento con nitidez, algo fundamental para bandas de este calibre. La mezcla equilibrada entre cada instrumento garantizó que la experiencia fuera inmersiva y potente, haciendo justicia al nivel técnico de todas las agrupaciones.
Neuvamente un evento que reafirma la pasión de la escena metalera costarricense y deja la puerta abierta para futuras visitas de la banda.
Agradecemos nuevamente a LPG Productions, por siempre tomarnos en cuenta para poder cubrir sus eventos y poderles traer a todos ustedes los detalles de estos conciertos.