Artículos
Una mirada al Siembra y Lucha | Primera Parte | ARCHIVO
Del Archivo 2013 | Por Daniel Jiménez y Ricardo Bonilla
Es muy común ir a conciertos en recintos ubicados en zonas urbanas, rodeadas de edificaciones y carreteras, lo más cercano con la naturaleza era asistir a un concierto en el Estadio Nacional en el parque metropolitano de La Sabana, una productora apostó hacer no solo un concierto, si no un festival en una zona rodeada de montañas y mucha naturaleza, algo que era ambicioso, y que en nuestro país las personas no estaban acostumbradas.
Fue en marzo del presente año (2013) cuando se anunció lo que en esos días se rumoreaba, Costa Rica tendría un festival de calibre internacional, llamado por la producción como el Festival más grande de Centroamérica, el lugar elegido fue Finca La Lucha, en San Cristóbal de Desamparados, un lugar histórico ya que fue sitio usado durante la revolución de 1948 como centro de refugio y lugar que fue adquirido por el expresidente José Figueres Ferrer.
La producción no pudo haber elegido mejor lugar que La Lucha, que como mencionamos anteriormente es un lugar entre las montañas rodeado de naturaleza, apropiado para el mensaje que daba el festival que es la defensa y protección del medio ambiente. Después de meses de espera por fin había llegado el día, saliendo del bullicio y calor de la ciudad nos íbamos acercando a las montañas donde se ubicaba La Lucha, poco a poco se iba apreciando el paisaje rural característico de la zona. Un viaje en bus de casi dos horas, que al final valdrían la pena.
Llegando a la finca y haciendo un recorrido antes de que iniciara el festival pudimos notar que contaba con todo lo necesario para pasar los tres días que tenía de duración la actividad, a unos 10 minutos de la zona ferial, se encontraba un supermercado (Bien abastecido y muy barato), restaurante y cajero automático. Ya en la zona ferial, se contaba con excelente seguridad, varios bares y lugares de comida, si bien es cierto no era mucha la variedad de comida entre un lugar y otro, los precios eran muy accesibles, aunque pudimos notar que en el primer día del Festival en el Bar “Los Alpinos”, el “Casado” pasó de 2500 Colones a 3500 en cuestión de horas. Aunque si bien es cierto, lo dejaba a uno más que satisfecho. Y en cuanto a las bebidas estaban muy cómodas hasta promociones de dos gaseosas por 1000 Colones en varios bares .La organización además puso duchas y sanitarios muchos asistentes se quejaron de pagar por el uso de estos, pero por 1500 Colones los tres días, sin límite de uso es bastante accesible, tal vez el inconveniente fue que los pusieron muy arriba, cuando otro punto estratégico hubiera sido poner unos cuantos en la cancha.
En todo momento hubo seguridad, tanto como privada como de la Fuerza Pública, en horas de la madrugada hasta pudimos notar como la patrulla hacía un recorrido alrededor de la zona, un puesto de Cruz Roja en la entrada y tres unidades de soporte básico fue algo que no se olvidó la organización y que por su parte estuvo excelente que pensaran en esto por una eventual emergencia.
En cuanto al trato a la prensa fue excelente, teníamos un área de camping exclusivamente para nosotros, con seguridad la mayor parte del tiempo ya que por momentos notábamos que no había una persona de seguridad cerca, por lo cual era indispensable portar en todo momento el equipo fotográfico y demás con nosotros. Pero por lo demás fue muy bueno, se nos facilitó el transporte, tomar fotografías delante de la barrera y hasta nos facilitaron una entrevista con uno de los integrantes de la banda Orphaned Land, que estaremos subiendo próximamente. Algo que faltó quizás fue la falta de electricidad y señal Wi-Fi para la zona de prensa, se nos complicaba más publicar noticias y fotos durante el festival para así mantener informado a nuestros lectores, al ser un lugar montañoso en veces costaba que nos llegara la señal de internet y en cuanto a la electricidad topamos con suerte que los personeros de los bares nos prestaban electricidad si quedaba algún toma libre, aunque entre tantos clientes era difícil ya que costaba encontrar uno desocupado.
Amplias zonas de camping para el público en general cerca del área del concierto fueron acondicionadas para disfrutar de la descarga musical durante los tres días, con la única desventaja de accesos poco iluminados lo que dificultaba el transitar de las personas en horas de la noche.
Entrando al tema de lo músical, una plaza amplia con una tarima no tan grande pero apropiada para el festival y un buen sonido que desde el bar que quedaba arriba de la plaza se podía apreciar y escuchar perfectamente.
En tema de bandas (Ver Reseña de Bandas) notamos que las nacionales tocaron muy poco, a diferencia de las internacionales que daban shows que duraban de una y hasta casi las dos horas, la espera entre una banda y otra era eterna, tal vez la ausencia de una segunda tarima hubiera ayudado a que las bandas se acomodaran más rápido y que estas tocaran el repertorio que tenían preparado, por otra parte pudimos notar la ausencia de Virginia Clemn y Kraken que aún no conocemos la razón de la ausencia de esta última.
Se nota la falta de horarios e información de las bandas que se iban a presentar, hablando con nuestros colegas de un medio Hondureño nos contaron que mientras armaban la tienda de campaña escucharon a Delirium tocando pero pensaron que se trataba de una simple prueba de sonido y que en ningún momento estaban empezando su presentación. Un problema ajeno a la producción fue el traslado para el día domingo de la presentación banda Korpiklaani, sus instrumentos fueron enviados después por la aerolínea, con lo cual era difícil que tocaran el día que se tenía programado, algo que se podía entender.
En cuanto a lo demás, todas las bandas que participaron y lo entregaron todo, hubieran 100 o 3000 personas frente a la tarima, tocaban como si estuvieran al frente de 30000.
El clima hizo de las suyas entre los presentes, el frio provocó que muchos recurrieran al uso de abrigos, gorros y una que otra bufanda ya que le mismo se hace presente desde horas de la tarde y conforme avanzan las horas aumenta de intensidad.
La lejanía del lugar, se transformó en arma de doble filo, con la ventaja de poder terminar la actividad musical a altas horas de la noche sin embargo, para aquellos que quisieran llegar por cuenta propia o inclusive volver a sus casas cada día los esperaba un largo trayecto. El transporte a la salida del festival se complicó un poco, el bus que iba hacia San Pedro llegó a la finca a las 3:00 am, se llenó en 10 minutos pero salió a las 4:17 am, llegando al destino a las 6:00 am, no sabemos si esto perjudicó a personas que tenían que trabajar ese día.
El lunes 9 a las 2:30 am aproximadamente se cerraba un capítulo del festival, siendo Mayhem (Ver Reseña de Bandas) la encargada de dar por finalizado la segunda edición del Siembra y Lucha, y el primero en este tipo al tener más de 20 bandas internacionales en tres días de conciertos, un evento soñado, que seguramente nunca pasó por la mente de todos los asistentes en tener algo así en nuestro pequeño país y que para ser la primera vez estuvo muy bien realizado, y que ganó credibilidad a miles de fanáticos del metal, que por meses desconfiaron de este festival y la producción del mismo, no debe ser fácil organizar un evento de este calibre pero la productora nunca se echó para atrás en ningún momento y decidió seguir adelante a pesar de estar en un año cargado de conciertos por grandes bandas que nos visitaron en meses anteriores, apostaron por un festival de metal al mejor estilo europeo para convertir así de él el mejor evento metal del 2013 a nuestro criterio, cosas que la producción puede mejorar para futuros festivales pero que sin duda aprenderán de estos pequeños errores para mejorar y tener uno de los festivales más grandes no solo de Centroamérica si no todo Latinoamérica.