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No hay quinto malo: Testament ofreció una noche demoledora

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La furia del thrash regresó a San José este 6 de agosto cuando Testament, que definitivamente es una de las bandas más emblemáticas del género, desató su potencia en el escenario del Pepper Club. En lo que representó la quinta visita del grupo californiano a suelo costarricense, la banda escogió a Costa Rica como punto de partida para su gira latinoamericana 2025 «An Evening with Testament» y el resultado fue una noche demoledora que reafirmó el por qué la banda siempre llena en cada visita. a nuestro país.

Al principio daba la impresión de que el lugar no se llenaría, pero en realidad fue que muchos asistentes comenzaron a ingresar apenas unos minutos antes de las 8:00 p.m., y aunque la banda se atrasó un poco y tomó el escenario pasadas las 8:35 p. m, la espera se volvió insignificante y valio la pena ya que tan pronto los primeros acordes de Practice What You Preach retumbaron Pepper Club, desde ese momento, la conexión entre Testament y el público fue arrasadora.

El setlist fue una mezcla de clásicos y piezas más recientes que mantuvo la intensidad a tope. Canciones como Sins of Omission y The Pale King pusieron en evidencia la capacidad de la banda para balancear brutalidad técnica con momentos de tensión melódica. Chuck Billy, con su presencia imponente y voz rasposa, lideró a la banda que se mostró en plena forma, sólido como una maquinaria perfectamente calibrada.

Otras canciones como The Haunting y D.N.R marcaron momentos densos y oscuros que contrastaron con la velocidad demoledora de Low un clásico que no muchas veces incluyen en el setlist, y que desató los mosh pits en medio del público.

El público, compuesto por varias generaciones de metaleros, encontró momentos de comunión especial con clásicos como Return to Serenity que fue la cereza en el pastel, y que en comentarios quedó evidenciado que era un tema que muchos deseaban escuchar. Over the Wall e Into the Pit, cerraron el concierto con una dosis final de caos controlado y éxtasis colectivo, sin embargo pudimos notar fue que tocaron menos temas que en conciertos anteriores de la gira por Australia.

Más allá del virtuosismo y la energía demoledora, lo que quedó claro fue el compromiso de Testament con su legado y con una audiencia que ha sabido sostenerlos durante más de cuatro décadas. En una escena donde muchas bandas veteranas ofrecen shows rutinarios, lo de anoche en el Pepper Club fue lo opuesto, a pesar de los problemas de sonido que queda totalmente ajeno a la producción y fue algo meramente del ingeniero de sonido de la banda, ellos demostraron una entrega genuina y poderosa.

Costa Rica no solo sirvió como anfitrión del primer show de la gira, sino que también fue testigo de un arranque cargado de fuego, sudor y riffs afilados. Testament demostró una vez más que el trono del thrash aún les pertenece.