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Reseñas

Sonata Arctica en Costa Rica

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El power metal por lo general es un género sumamente variado dentro de sus propios parámetros, ofreciendo varias facetas a múltiples gustos; logrando inevitablemente que dicho género sea bastante gustado por los fans del metal en general. Sin embargo pocas bandas se han logrado crear un renombre dentro del power metal sinfónico (si así se le quiere llamar) como los son los finlandeses de Sonata Arctica.

El pasado 4 de marzo, los costarricenses tuvimos el placer de poder disfrutar de la primera presentación de estos talentosos músicos en nuestro país; y estamos seguros que no será la última. ¿Los encargados de hacer este concierto realidad? Los ya establecidos Blackline Productions; quienes una vez más demuestran porqué son una de las productoras de mayor renombre en nuestro país, al tener completamente claro el camino a seguir para lograr entregar al ansioso público un espectáculo de calidad.

La cita se dio en el Pepper’s Club en Curridabat, para que todos los fans ticos de Sonata cumplieran el sueño de ver a sus ídolos en vivo. Siendo casi las siete de la noche se inició el ingreso sumamente ordenado de los asistentes al concierto, una vez finalizada la sesión de Meet and Greet que se realizó en el mismo lugar una hora antes. Si bien es cierto inicialmente el Club no se veía muy lleno, conforme se acercaba la hora de inicio el ingreso de personas aumentó logrando llenar el Pepper’s a una capacidad de un aproximado de mil personas.

El tiempo pasaba y poco a poco los presentes dentro del club se impacientaba y gritaban a coro los típicos gritos de “¡chivo, chivo!”, pero su paciencia se vio recompensada cuando, al ser las 8:35p.m. las luces del escenario se apagaron, dando paso a las primeras notas de la Intro acostumbrada de la banda durante el presente tour. Fue cuestión de instantes para que toda la audiencia se uniera en un solo grito de euforia, al tiempo en que los miembros de la banda iban haciendo su ingreso al escenario uno por uno.

Una vez en su lugar, y alimentados de la energía que el público emanaba, comenzaban a sonar los primeros acordes de “Only the Broken Hearts (Make You Beautiful)”, dando inicio a tan esperado concierto.

Seguidamente y sin mucho preámbulo los finlandeses continuaron con el show, fuertemente basado en su más reciente material discográfico, el Stones Grow Her Name. Canciones tales como “Black Sheep” y “Alone in Heaven” lograron demostrar a cabalidad la gran calidad de los músicos que componen la banda, tanto en aspectos melódicos como en el lado más pesado de las canciones. Logrando en ocasiones unísonos entre Elias Viljanen y el tecladista Henrik Klingenberg perfectamente logrados de una complejidad envidiables por muchos músicos.

A estos temas les siguió “Shitload of Money” y luego “The Gun”, las cuales fueron coreadas a más no poder por el cada vez más emocionado público; para luego escuchar unas palabras por parte de Tony y entrar de lleno a la emotiva “The Day”, en la cual se nota un Tony lleno de emociones al cantar cada estrofa de la letra. Seguidamente se vuelve a subir el tono con “I Have a Right”, metiendo de nuevo a los fans como si se tratara de la primera canción.  

Continuando con la segunda etapa del concierto, los finlandeses continúan con un derroche increíble de energía, movilizándose a través de todo el escenario durante temas como “Last Drop Falls”, para los más románticos y “Paid in Full”, la cual fue precedida por un virtuoso solo de guitarra del soberbio Elias, dejando en claro porqué es reconocido como un guitarrista de primer nivel alrededor del mundo. Sin embargo, más adelante Henrik le haría la competencia al interpretar un solo en los teclados que no dejó de emocionar a los presentes, para luego entrar de lleno a la introducción de “Fullmoon”.

En cuanto a los otros miembros de la banda, cabe rescatar la gran y sólida labor que realizaron a lo largo de todo el chivo tanto el bajista Marko Paasikoski, como Tommy Portimo detrás de la batería, ofreciendo una base rítmica totalmente sólida y marcada, sin ningún fallo a lo largo de composiciones como “Broken”, la íntima y aclamada “Replica” y “Cinderblox”, con sus característicos ritmos  que nos recuerdan al Bluegrass.

Para finalizar la velada, la banda se despide con unas palabras de Tony, el vocalista, el cual se toma un tiempo para jugar con el público haciendo diversos patrones vocales, dando espacio a que la audiencia los repita, luego entran con su última canción “Don’t Say a Word”, con la cual definitivamente dejan todo en el escenario, despidiéndose de esa manera con su público y dejando, luego de un Outro musical al estilo de “Vodka”, el escenario vacío y la promesa de regresar tan pronto como se pueda.

Definitivamente, se debe mencionar que este ha sido un concierto de una calidad de producción muy alta. Si bien al principio el sonido se notaba ligeramente sobrecargado, fue cuestión de minutos para que todo el equipo del audio ajustara los volúmenes, lo que permitió que durante todo el concierto se pudiera disfrutar de un sonido sumamente placentero y claro, brindando un volumen adecuado y una nitidez que permitía escuchar claramente todos y cada uno de los instrumentos, así como la voz del talentosísimo Tony Kakko. El sistema de luces y de efectos de ambiente siempre se mantuvo acorde a todas y cada una de las canciones, permitiendo que los aficionados más acérrimos a la banda se mantuvieran metidos en lo que fue una noche íntima con sus ídolos.

En cuanto a Sonata, una vez más han demostrado porqué son una banda de tanto renombre, demostrando una técnica y una ejecución igual o incluso superior a la escuchada en los álbumes de estudio. Su talento musical y la química que se nota entre los mismos miembros permiten que el espectáculo como tal no haya sido falto en energía y entrega por parte de los músicos, denotándolo como un show y una presencia en escenario de enorme calidad. Sin embargo, al momento de recalcar los aspectos no tan buenos del concierto, no se puede evitar mencionar la falta de clásicos en el set interpretado. Canciones como “Tallulah”, “Letter to Dana” y “Kingdom for a Heart”, sumamente esperadas por los aficionados, quedaron guardadas, tal vez con la esperanza de que en una futura presentación en nuestro país podamos oírlas en vivo.